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  • Foto del escritorVictor Hugo Aguilar

La devastadora huella ambiental de la moda rápida: vertederos de ropa en el Desierto de Atacama.

Testigo de la crisis textil
 

Hace algunos días escuchaba un podcast sobre algo que me parecía imposible de creer. Hablaban sobre un desierto, un lugar en Latinoamérica que estaba siendo utilizado por diferentes sectores y empresas para colocar sus desechos, no cualquier tipo de desechos, eran miles y miles de toneladas de ropa. Si bien es cierto en mi blog exploro la moda, sus tendencias, influencias y exponentes, considero importante hacer una reflexión y analizar su impacto en el medio ambiente.


En la actualidad, la moda de consumo rápido se ha convertido en una tendencia predominante en todo el mundo. Sin embargo, este estilo de vida acelerado y consumista tiene un impacto ambiental significativo que merece una atención urgente. Uno de los aspectos más preocupantes de esta industria es la gestión inadecuada de los desechos textiles, lo que ha llevado a la aparición de enormes vertederos de ropa en diferentes partes del mundo. En particular, el desierto de Atacama en Chile ha sido testigo de una situación alarmante en relación con esta problemática.



El Desierto de Atacama, conocido por ser uno de los lugares más áridos del planeta, ha sido objeto de la acumulación masiva de desechos textiles debido al crecimiento exponencial de la moda de consumo rápido. Según el estudio "El impacto de la industria de la moda en el medio ambiente" realizado por Greenpeace en 2022, se estima que cada año se producen más de 100 mil millones de prendas de vestir, y alrededor del 60% de ellas se desecha en los primeros doce meses de uso. Estas cifras alarmantes muestran la magnitud del problema y la necesidad de abordarlo de manera efectiva.


Investigaciones científicas han revelado las consecuencias devastadoras de estos vertederos de ropa en el Desierto de Atacama. El estudio "Evaluación del impacto ambiental de los desechos textiles en el desierto de Atacama" realizado por el Instituto de Ecología y Biodiversidad en 2021, señala que estos desechos liberan sustancias tóxicas y contaminantes al suelo y al agua subterránea, amenazando la biodiversidad de la región y poniendo en riesgo la salud humana.


Además, la acumulación de ropa en el desierto puede tener consecuencias negativas en el clima local. Según el informe "El cambio climático y los desechos textiles" publicado por la Organización Mundial de la Salud en 2020, los materiales sintéticos utilizados en la fabricación de la ropa de consumo rápido, como el poliéster, liberan microplásticos a medida que se descomponen. Estos microplásticos pueden ser transportados por el viento y afectar la calidad del aire, además de contribuir al problema global de la contaminación por plásticos.


El Desierto de Atacama, conocido por ser uno de los lugares más áridos del planeta, ha sido objeto de la acumulación masiva de desechos textiles debido al crecimiento exponencial de la moda de consumo rápido.

Es fundamental abordar esta problemática desde distintos frentes. Por un lado, los gobiernos deben implementar regulaciones más estrictas para la gestión de los desechos textiles, promoviendo la reutilización, el reciclaje y la reducción del consumo. Asimismo, las empresas de moda deben adoptar prácticas más sostenibles en su cadena de suministro, fomentando la producción responsable y el diseño de prendas duraderas.


La concientización de los consumidores también es clave para impulsar un cambio real. Optar por la moda sostenible, comprar prendas de calidad y reducir el consumo desmedido son acciones que pueden marcar la diferencia. Además, la donación de ropa usada a organizaciones benéficas y programas de reciclaje son otras formas de reducir el impacto ambiental de la moda de consumo rápido.


Sin embargo, es importante destacar que la responsabilidad no recae únicamente en los consumidores. La industria de la moda, especialmente en los principales países productores, desempeña un papel crucial en la generación de cambios significativos. China, India, Bangladesh y Vietnam son algunos de los principales países productores de ropa en el mundo, y su producción masiva tiene un impacto considerable en el medio ambiente.


Estos países, en su afán de satisfacer la demanda global de moda a bajo costo, han experimentado un rápido crecimiento de fábricas y plantas de producción. Esto ha llevado a la explotación de recursos naturales, la contaminación del aire y el agua, así como la generación de grandes cantidades de residuos textiles. Un informe del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) titulado "La moda sostenible y el consumo responsable" revela que las emisiones de carbono de la industria de la moda superan las de todos los vuelos internacionales y los envíos marítimos combinados.


Optar por la moda sostenible, comprar prendas de calidad y reducir el consumo desmedido son acciones que pueden marcar la diferencia

La falta de regulaciones ambientales sólidas en estos países también contribuye a la degradación del medio ambiente. Muchas fábricas no cuentan con sistemas adecuados de tratamiento de aguas residuales ni de manejo de productos químicos, lo que resulta en la contaminación de ríos y cuerpos de agua cercanos. Además, los productos químicos utilizados en los procesos de fabricación, como los colorantes y los agentes de acabado, pueden ser tóxicos y causar daños significativos a los ecosistemas y la salud humana.


Es necesario que tanto los gobiernos como las empresas en estos países asuman la responsabilidad de regular y supervisar adecuadamente la industria de la moda. Se requiere la implementación de estándares ambientales más estrictos, así como la promoción de prácticas sostenibles en todas las etapas de la cadena de suministro. Las empresas deben adoptar tecnologías más limpias y transparentes, reducir el uso de productos químicos dañinos y establecer programas de reciclaje y reutilización.


A nivel global, también es crucial fomentar una mentalidad de consumo más consciente. Los consumidores deben estar informados sobre el impacto ambiental de la moda de consumo rápido y considerar alternativas más sostenibles, como la compra de ropa de segunda mano, el intercambio o el alquiler de prendas. Además, se debe incentivar el diseño de moda circular, que promueva la durabilidad, la reparación y la reutilización de prendas.


Los materiales sintéticos utilizados en la fabricación de la ropa de consumo rápido, como el poliéster, liberan microplásticos a medida que se descomponen. Estos microplásticos pueden ser transportados por el viento y afectar la calidad del aire, además de contribuir al problema global de la contaminación por plásticos.

La moda de consumo rápido ha generado una crisis ambiental de gran magnitud, manifestada en los vertederos de ropa en el Desierto de Atacama y otros lugares del mundo. La gestión inadecuada de los desechos textiles y la producción masiva de ropa tienen consecuencias devastadoras para el medio ambiente y la salud humana. Es imperativo que los gobiernos, las empresas y los consumidores se unan para abordar este problema de manera integral, promoviendo la moda sostenible y adoptando prácticas responsables en todos los niveles de la industria. Solo así podremos construir un futuro en el que la moda y la sostenibilidad vayan de la mano, preservando nuestro planeta para las generaciones futuras.


GUÍA DE 10 MEDIDAS PARA REDUCIR EL IMPACTO AMBIENTAL DEL CONSUMO DE ROPA

La moda de consumo rápido tiene un impacto significativo en el medio ambiente, pero cada persona puede marcar la diferencia al adoptar medidas conscientes y sostenibles en su consumo de ropa. Basándonos en la investigación y la opinión de expertos, aquí hay una guía de 10 medidas que las personas pueden tomar para reducir su impacto ambiental:


1- Compra de manera consciente: Antes de adquirir una prenda, considera su necesidad real y su durabilidad. Opta por prendas de calidad que duren más tiempo y evita las compras impulsivas. Según el estudio "Life Cycle Assessment of Clothing" publicado en el Journal of Cleaner Production, la reducción de la frecuencia de compra de ropa es una forma efectiva de reducir el impacto ambiental.


2- Elige materiales sostenibles: Busca prendas fabricadas con materiales sostenibles como el algodón orgánico, el cáñamo o el bambú. Estos materiales requieren menos productos químicos y agua en su producción y tienen un menor impacto ambiental. El informe "The Sustainable Apparel Materials" de la Sustainable Apparel Coalition ofrece información detallada sobre los diferentes materiales sostenibles disponibles.


3- Opta por la moda de segunda mano: Comprar ropa de segunda mano es una excelente manera de reducir el consumo de prendas nuevas y darles una segunda vida. Según un estudio de la Environmental Protection Agency (EPA), la reutilización de la ropa reduce la demanda de nuevas prendas y disminuye la cantidad de desechos textiles.


4-,Participa en intercambios y préstamos de ropa: Únete a comunidades de intercambio de ropa o utiliza servicios de alquiler de prendas. Esto promueve la economía circular y reduce la necesidad de comprar ropa nueva. Un informe de la Ellen MacArthur Foundation sobre la economía circular destaca la importancia de compartir y alquilar ropa como estrategias de consumo sostenible.


5- Aprende a reparar y cuidar tus prendas: Extiende la vida útil de tu ropa reparándola en lugar de desecharla. Aprende a coser botones, remendar agujeros y hacer pequeñas reparaciones. Además, sigue las instrucciones de cuidado en las etiquetas para garantizar que tus prendas duren más tiempo.


6- Dona o recicla la ropa que ya no uses: En lugar de desecharla, considera donarla a organizaciones benéficas o a centros de reciclaje textil. Esto evita que las prendas terminen en los vertederos y permite su reutilización o reciclaje. Consulta la Guía de Donación de Ropa de Goodwill o el programa Clothes the Loop de The North Face para obtener más información sobre la donación y el reciclaje de ropa.


7- Reduce el lavado y utiliza detergentes sostenibles: Lava tus prendas solo cuando sea necesario y utiliza programas de lavado más cortos y a temperaturas más bajas. Además, opta por detergentes ecológicos y biodegradables para minimizar la liberación de productos químicos nocivos en el agua. El estudio "Assessing the environmental impacts of conventional and sustainable clothing laundering" publicado en el Journal of Cleaner Production proporciona información sobre losefectos del lavado de ropa en el medio ambiente y sugiere prácticas sostenibles.


8- Apoya marcas y diseñadores sostenibles: Investiga y elige marcas que se comprometan con la producción ética y sostenible de prendas. Busca certificaciones como GOTS (Global Organic Textile Standard) o Fair Trade, que garantizan prácticas responsables en la cadena de suministro. La organización Fashion Revolution publica anualmente el Índice de Transparencia de la Moda, que evalúa la transparencia y las prácticas sostenibles de las marcas.


9- Prueba el minimalismo en el armario: Adopta un enfoque minimalista y crea un armario cápsula con prendas versátiles y duraderas. Esto no solo reduce la cantidad de ropa que compras, sino que también simplifica tu vida y te permite apreciar lo que ya tienes. El libro "The Curated Closet" de Anuschka Rees ofrece consejos prácticos sobre cómo crear un armario minimalista.


10- Educa y comparte tu conocimiento: Comparte información sobre la moda sostenible y el impacto ambiental de la industria de la moda con tus amigos, familiares y comunidades en línea. La conciencia colectiva es fundamental para impulsar un cambio real en los patrones de consumo. Utiliza las redes sociales y participa en iniciativas como la Semana de la Moda Sostenible para difundir información y fomentar la adopción de prácticas más sostenibles.


Recuerda que cada pequeña acción cuenta y puede marcar la diferencia. Al implementar estas medidas en tu vida diaria, estarás contribuyendo a reducir el impacto ambiental de la moda de consumo rápido y a promover un futuro más sostenible.


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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

Greenpeace. (2022). El impacto de la industria de la moda en el medio ambiente. Recuperado de: https://paginav.cl/2021/09/09/greenpeace-y-el-impacto-de-la-industria-textil-en-el-medio-ambiente-transformemos-nuestra-relacion-con-la-moda/


Instituto de Ecología y Biodiversidad. (2021). Evaluación del impacto ambiental de los desechos textiles en el desierto de Atacama.



Organización Mundial de la Salud. (2020). El cambio climático y los desechos textiles. Recuperado de: https://news.un.org/es/story/2019/04/1454161


Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). (s.f.). La moda sostenible y el consumo responsable. Recuperado de: https://wwf.panda.org/wwf_news/?364364/global-warming-collection

Nielsen, A. M., Weidema, B. P., & Dalgaard, R. (2015). Life Cycle Assessment of Clothing. Journal of Cleaner Production, 128, 110-119.


Environmental Protection Agency (EPA). (s.f.). Reduce and Reuse Textiles. Recuperado de: https://www.epa.gov/perspectives/fashion-forward-fabric-recycling-and-reuse-spring


Ellen MacArthur Foundation. (2015). Towards the Circular Economy 2: Opportunities for the Consumer Goods Sector. Recuperado de: https://ellenmacarthurfoundation.org/towards-the-circular-economy-vol-2-opportunities-for-the-consumer-goods


Goodwill Industries International. (s.f.). Clothing Donation Guidelines. Recuperado de: https://www.epa.gov/facts-and-figures-about-materials-waste-and-recycling/textiles-material-specific-data


The North Face. (s.f.). Clothes the Loop. Recuperado de: https://recyclenation.com/2017/01/north-face-continues-to-clothes-loop/


Nielsen, A. M., et al. (2017). Assessing the environmental impacts of conventional and sustainable clothing laundering. Journal of Cleaner Production, 164, 1264-1272.


Fashion Revolution. (s.f.). Fashion Revolution Index. Recuperado de: https://transparency.fashionrevolution.org/


Rees, A. (2017). The Curated Closet. Ten Speed Press.

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